El poeta y escritor ubetense Ramón
Molina Navarrete departió con los “Veinticuatro”
El
pasado 24 de abril nuestro colectivo, como tiene marcado en sus ordenanzas,
tuvo a bien invitar a un personaje local a uno de sus cabildos. En esta ocasión
quisimos que fuera el escritor y poeta Ramón Molina Navarrete quien nos honrara
con su presencia y nos obsequiara con algunas pinceladas de su docta
trayectoria, todo bajo el clima distendido que nos caracteriza y mientras
degustamos algunas viandas tradicionales de nuestra gastronomía. Durante las
tres horas que estuvimos de tertulia, abordamos temas de diferente índole pero
casi todos en derredor de la cultura local (libros, asociaciones, monumentos,
tradiciones, personajes, etc.). En agradecimiento, el invitado nos regaló
varias publicaciones escritas y publicadas por él. También regaló un poema a
los que componemos esta peculiar asociación. En esa misma noche surgió la idea
de dar a conocer dicho escrito y hacer partícipe al lector de tan loables
palabras, pero surgieron opiniones favorables y desfavorables para su
publicación. A lo que el autor respondió:
“El poema está dedicado con todo corazón. No pasa nada si lo
dais a conocer. Las grandes labores no siempre han de permanecer ocultas.
Porque, "¿acaso se enciende una vela para ponerla debajo del celemín?, ¿No
es para ponerla sobre el candelero? (Marcos, 4,21). Ánimo y a seguir
manteniendo el grupo y la labor que siembra justicia y denuncia con honradez. Ante estas loables palabras no tenemos
nada más que añadir y aquí os dejamos con el poema que nos dedicó este
maravilloso escritor al que un caballero de nuestro colectivo lo bautizó como “El
Anárquico creyente”.
CABALLEROS VEINTICUATRO
Aventureros
nobles conquistando
leyendas
imposibles. Hombres buenos
defendiendo
lealtades y legados,
mostrándonos
senderos de honradez
y
limpias claridades, denunciando
ambiciones
y errores y mentiras,
cualquier
traición que hacemos al pasado.
Ellos son
sueños dados a la entrega.
Quijotes
de aventura cabalgando
por los
cerros del sur hacia la aurora.
Presencias
inmortales. Limpias manos
ofrecidas
al mundo y a la Historia.
Señores
de humildad. Nobles hidalgos.
Sembradores
de estrellas y amistades.
Distinguidos
varones. Fieles sabios.
Poetas
de palabras como espadas
clavándose
en los templos de los párpados,
para que
nadie diga ya que en Úbeda
no hubo
quien encendiera, por su espacio,
un fuego
sobre el frío que la viste,
sobre el
hielo traído por los años,
con la
intención de hacerla más hermosa,
más justa
para más en ella amarnos,
y amarla
hasta dejarnos alma y sangre,
aliento,
vida entera sin descanso,
sabiendo
que nos ama también ella
y nos
deja dormirnos en sus brazos.
Ellos
son locos cuerdos. Marineros
en mares
de esperanza. Lluvia. Campo.
Semilla.
Flor. Altura. Cielo azul.
Ellos
son lumbre. Cántico. Seis pálpitos
constituyendo
un solo corazón.
¿Su
nombre?:
“Caballeros
Veinticuatro”
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