La estructura de este primitivo estudio
de fotografía
aún se alza sobre los tejados de la
Plaza de la Constitución
A raíz de la aparición del último libro de uno de nuestros
caballeros titulado TESTIGOS DE LA SEMANA SANTA DE ÚBEDA, hemos podido
descubrir que aún subsiste una de aquéllas antiguas galerías de cristales que
tenían los primeros fotógrafos para ejercer su trabajo. Cuando el retratista o
fotógrafo se instalaba de una manera definitiva en una localidad, tenía que
buscarse un lugar -donde ejercer su profesión- que tuviese mucha luz y por
regla general siempre lo hacían en las plantas altas de las viviendas para
aprovechar al máximo la luz natural, tanto de costado como la cenital. Todo cambió
cuando se incorporó el magnesio y mucho más cuando llegó la luz eléctrica a los
hogares.
De aquéllas primeras galerías (o
estudios) que hubo en nuestra ciudad entre los años 70, 80 y 90 del siglo XIX,
aún perdura una en pie. Se trata de la galería que el fotógrafo profesional
Mariano Sainz García solicitara al Ayuntamiento de Úbeda, para ejercer su
profesión, en el mes de mayo de 1876 por medio de un escrito dirigido al mismo.
El día primero de junio, el Ayuntamiento en sesión ordinaria aprobó esta licencia
y permitió realizar dicha obra en una casa que estaba ubicada junto a la Casa
Consistorial y que era propiedad de un concejal llamado Sebastián Olmedilla. No
vamos a entrar ahora en normativas urbanísticas, pero la construcción permitida
en la casa de este concejal rompía por completo la hegemonía de una plaza que
llevaba reformada muy pocos años.
La silueta de aquella primitiva
galería de cristales, tal vez la primera en toda regla ubicada en nuestra
ciudad, aún se mantiene en pie asomándose sobre los tejados de la casa nº 1
(hoy nº 3-5) de la Plaza 1º de Mayo, antigua Plaza de la Constitución. Años
después, este fotógrafo trasladaría su estudio a un lugar más próximo al centro
comercial que se había desplazado en torno a la Plaza de Toledo, como lo era
la calle Gradas, (nº 14 ¿?) donde instalaría el último estudio de fotografía
que mantuvo hasta el preludio del siglo XX.
Se desconoce si, cuando Mariano
dejó de operar en el primer enclave de la Plaza de la Constitución, acto
seguido otro fotógrafo se instalara en ella. De cualquier manera la galería
tendría que estar en buen uso y sería aún atractiva para que otro profesional
de ramo se interesase por ella para instalarse allí; se trata del fotógrafo
Luis Medina que la mantuvo abierta durante un par de décadas, hasta finales de
los años 20.
Después de este tiempo, el uso
que se le ha dado a este habitáculo ha sido de todo tipo menos de lugar de
trabajo para ejercer el fascínate mundo de la fotografía. Bien es cierto que este
espacio, que sobresale por encima de los tejados, llama poderosamente la
atención porque desentona por completo con el entorno de la plaza. Ahora que
sabemos cuál fue su cometido y lleva en pie mucho más de un siglo (137 años),
sabremos valorarlo e incluso darle difusión entre los ubetenses y los
visitantes, dado que en España son escasísimos los vestigios de este tipo que
perviven relacionados con dicho oficio, cuando los fotógrafos estaban dando sus
primeros pasos.
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