La plataforma 'Spain. Art & Culture' de la consejería de cultura de la Embajada de España en Bruselas con el ánimo de recoger y aglutinar todo lo que se mueve en relación a artistas, creadores y cultura española en el extranjero y dar difusión, apoyar y tener una base de datos de los artistas que residen en Bélgica, ha entrevistado a Juanan Soria, entrevista de la que nos hacemos eco.
Siempre he tenido contacto con
mi padre ya que ha estado presente en mi vida, y él ha sido un aficionado a la
pintura y sobre todo lo relacionado con la cultura. De pequeño iba a casa de mi
abuela y veía lo que él hacía cuando era pequeño y yo decía ¡quiero ser como él! Me acuerdo que
tenía una caja llena de botes de pintura y cuando la abría para mí era algo
mágico. A partir de ahí me empezó a picar la curiosidad. El gran paso fue
elegir el Bachillerato de Arte que lo hice en Úbeda. Posteriormente cursé la
Licenciatura de Bellas Artes en Sevilla y una beca Séneca en Valencia y ahí me
quedé para hacer el máster de producción artística. Luego he completado esa
formación con estancias y becas, como en la Fundación Antonio Gala en la que
fui residente y con encuentros y simposios.
- ¿Te consideras un
artista multidisciplinar?
Me considero un artista que va
buscando diferentes herramientas para poder elaborar investigaciones que voy
realizando. Cada obra la considero como un proyecto en sí mismo. Mi obra se
encasilla en procedimientos tradicionales como el dibujo y la pintura. Son muy
antiguos pero están ligados al ser humano por eso son los más sofisticados.
Otros procedimientos como el video arte ha llegado hace muy poco, pero el
lápiz, la pintura, el pigmento ligado con un aglutinante, eso ha estado siempre
en las manos del ser humano y creo que no hay que desvincularse de eso.
- ¿Con qué rama te
sientes más cómodo?
Últimamente estoy buscando la
obra-objeto pero siempre trabajo con un soporte y base tradicional, ligado al
dibujo y a la pintura. Es el soporte lo que va cambiando en mi obra.
- ¿Qué opinas de estas
nuevas formas de expresión que has comentado antes?
Todas son herramientas
bastante útiles para expresarse, las veo interesantes todas ellas. En
diferentes momentos de tu vida puede ser que te veas más vinculado a unas que a
otras. Por mi formación y forma de ser, me considero una persona muy humanista,
creo que lo todo lo que está relacionado con la tradición perdura, y esa
perdurabilidad es lo que me interesa.
- ¿Qué te gusta
transmitir en tus obras?
Mi obra se basa y nace de la
investigación de lo social y político. Siempre me han interesado estos temas
porque soy de los que piensan que un artista tiene que hablar y trabajar con lo
que le rodea, con el mundo en el que vive. Hay muchos artistas que trabajan con
su mundo interior, es muy lícito, la verdad que me gusta mucho lo que hacen,
pero creo que un artista no debe de obviar lo que tiene alrededor y tiene que
vincular todo lo que rodea a su obra. Su obra no puede estar exenta de los
conflictos, la guerra, la situación social que haya. Por ejemplo, lo hemos
visto en diferentes épocas; Goya plasmó los desastres de la Guerra de la
Independencia o Picasso con el Guernica o Beethoven que con sus composiciones
plasmaba cómo iban avanzando las tropas napoleónicas. Creo que ese se tipo de
arte, no es que sea mejor ni peor, sino que es el más afín a mí.
- Son obras muy
comprometidas con la sociedad y el arte. ¿Es el caso de la colección Destroy to build?
Esa obra nació a raíz de
proyectos anteriores, como por ejemplo Desencanto
que hablaba de la situación política y social que había en España
o Mirar lo que cuesta
mirar, una mirada de un inmigrante de lujo -como yo- acerca de
casos de inmigración y refugiados. A partir de ahí nació una nueva rama para comprender
lo que estaba pasando en la actualidad. Pero a partir de la historia de las
obras de arte. Cuando pensamos en una obra de arte, siempre vamos directamente
a la obra original o a lo que nos queda de ella, nunca pensamos en el intervalo
que ha habido desde la creación hasta que ésta llega a nosotros, eso habla del
mundo en el que esa obra ha vivido. Las obras de arte son, en cierto modo, una
representación de nosotros mismos y tienen que perdurar. Esa perdurabilidad y
permanencia nos habla y nos da a conocer cómo somos. Esa serie de conceptos son
los que me interesa para plasmar en este proyecto Destroy to build, y en este
caso se centra en cómo han sido diferentes obras agredidas, refugiadas o maltratadas
en los conflictos bélicos, por eso se llama destruir para construir. El arte en
sí es molesto: como habla de nosotros mismos y representa una época de nuestra
sociedad, en algunos momentos esa época no quiere ser vista y es molesta. Esta
obra intenta coger obras de arte que han sido destruidas y/o dañadas y
representarlo. No me interesa una reconstrucción literal de cómo era, sino
mostrar qué ha pasado con esa obra. Ese daño muestra cómo quiere una sociedad
en un determinado momento que se vea. Y eso es lo que quiero plasmar e inspira
la obra que estoy realizando.
- Al igual que la
colección “Mirar lo que cuesta mirar”, en la que tratas el tema de la
inmigración…
Ese proyecto intenta muestra
la situación de los refugiados, de la inmigración, que siempre ha estado
presente en la historia, pero que ahora está más. Mirar lo que cuesta mirar pretende
reflejar una mirada que no es cómoda. Una mirada que nos presenta este problema
social que no sabemos qué hacer con él. Está presente y hay mucha gente que no
le apetece mirar a la gente a los ojos porque realmente en ese momento sería
cuando emocionalmente te ves ligado a esa persona.
- ¿Se notan tus raíces
andaluzas en tu trabajo?
No sé si exactamente lo
podríamos vincular de esa manera, pero lo vincularía con la naturaleza de la
historia del arte. Si consideramos que Andalucía o la Península Ibérica es la
cuna del arte histórico, que esa tradición nace allí en Altamira, o tenemos
todo lo que es la Cordillera Penibética plagada de cuevas de arte rupestre pues
sí. Si miramos esa tradición que siempre ha estado presente en la pintura, la
representación con un pigmento, un carbón, un soporte como puede ser la cueva,
creo que sí.
- ¿Cuándo y por qué
decidiste trasladarte a Bélgica?
Hace unos cinco años y medio y
fue realmente por amor. Luego había motivos secundarios, sobre todo porque en
el 2012 había acabado mis estudios y pensé que podía empezar mi carrera aquí al
igual que la podía haber empezado en España, ya que no había puesto todavía
ninguna piedra me daba igual que fuera aquí que allí, aunque en Bélgica fuera
más difícil.
- Vives en Gante, una
de las ciudades más abiertas y dinámicas de Bélgica, ¿cómo ha influido
establecerte allí en tu carrera profesional?
Muy notablemente. Es el lugar
en donde he echado raíces; a partir de ahí ves con perspectiva lo que está
pasando en España y esa perspectiva que me otorga vivir aquí resulta
interesante para mi obra. Ha influido en que he aprendido a trabajar como
artista, he conocido nuevos referentes y cómo se trabaja aquí a través del
arte. Son semejantes a España ya que vivimos en una cultura global pero que
tiene sus pequeñas diferencias. En Gante empecé a exponer en una galería,
también pertenezco a una residencia de artistas en donde tengo mi taller, se
hacen sinergias y redes. Creo que Gante, tanto a nivel personal como laboral,
me ha aportado lo que ahora mismo soy.
- ¿Se cumplieron tus
expectativas artísticas al llegar?
Poco a poco se fueron
generando diferentes situaciones que favorecieron que pudiese ir viviendo del
arte. Creo que esta experiencia ha sido muy favorecedora y mis expectativas
eran desconocidas; actualmente estoy bastante satisfecho, sobre todo porque
Gante es el escenario idóneo, es pequeño y accesible y hay cantidad de centros
culturales y museos con una calidad increíble.
- Consejos que darías
a los artistas que tengan pensado abrirse camino en el mundo artístico belga.
Hay que ser muy obstinado
porque este mundo es difícil, aquí hay mucha gente y una clase social que es la
del coleccionista. En España existen pero parece que están escondidos; aquí se
reúnen, hacen sus fiestas, sus eventos, y es una clase muy activa interesada
por cómo van evolucionando los artistas jóvenes. En España no me he encontrado
a gente joven que invierta en arte. El artista que pueda venir se va a
encontrar con eso. No es fácil ya que tienes que irte involucrando en los
centros culturales, las organizaciones artísticas y residencias. Bélgica es un
país en el que el arte y la cultura generan muchos ingresos. Por el contrario,
en España se dedican más a administrar que a generar. Ese afán de generar es
algo que hace que el motor fluya y haya siempre un flujo de arte y cultura que
está presente en todos lados.
- ¿En qué estas
inmerso actualmente?
En el proyecto de Destroy to built, sobre todo
trabajando en la secuencia de esta serie y para el año que viene me gustaría
hacer una exposición en el espacio de la residencia, trabajar con la galería y
participar en diferentes ferias que tengo a la vista.
Entrevista realizada por María Teresa Cortés.
Algunas muestras y exposiciones del artista